Liga Hondubet y Cipotes Honduras se han unido para crear una experiencia única a jóvenes en situación de vulnerabilidad

Liga Hondubet y Cipotes Honduras se han unido para crear una experiencia única a jóvenes en situación de vulnerabilidad

San Pedro Sula, Honduras. Conscientes de la importancia del deporte y su impacto positivo en la salud mental y el desarrollo de los jóvenes, la Liga Hondubet y Cipotes Honduras se han unido para crear una experiencia única dirigida a jóvenes en situaciones de vulnerabilidad.

Este proyecto busca fortalecer el vínculo entre la juventud hondureña y el deporte, brindando una oportunidad transformadora.

Este proyecto aspira a marcar una diferencia significativa en la vida de los jóvenes y en la cultura deportiva familiar de Honduras, reforzando el deporte como un motor de integración social y desarrollo personal.

Para la licenciada Andrea Rodríguez, jefe de marketing de la Liga Hondubet, esta alianza es no solo clave, sino una hermosa transformación que la liga como institución está realizando.

“En la Liga Hondubet, creemos firmemente en el poder transformador del deporte. Nuestra colaboración con la organización Cipotes y el Centro de Educación Básica República de Colombia, no solo empodera a la juventud, sino que también refuerza nuestra proyección social al crear un ambiente inclusivo y positivo en nuestros estadios. Estamos comprometidos a construir lazos familiares y a fomentar el desarrollo social, demostrando que el deporte puede ser un motor de cambio en la comunidad”, nos mencionó muy emocionada.

Como parte de esta alianza, los niños de Cipotes Honduras estuvieron en el Clásico Sampedrano disfrutando al lado de sus héroes, ya fuesen estos verdes o auringeros, con la felicidad de ver de cerca a los que dan el espectáculo dentro del engramado.

La Liga Hondubet sigue dando pasos hacia cambios que la identifiquen con quienes más aman el deporte, su proyección social es clave como lo es la modernización de la misma.

“La experiencia en el estadio fue realmente conmovedora. Ver los rostros de asombro y emoción de los niños al recorrer cada rincón, desde los camerinos hasta los banquillos, y caminar por el césped donde juegan sus ídolos, fue indescriptible”, nos siguió diciendo Andrea Rodríguez.

“El momento en que desfilaron en el protocolo de salida, bajo las cámaras de televisión y con el eco de los aplausos, dejó una huella profunda en todos. Esto no solo fue un día en el estadio, sino un recuerdo que llevarán consigo siempre, y para nosotros, la certeza de que estamos marcando la diferencia”, nos terminó comentando la licenciada Rodríguez en relación a la actividad que tuvo lugar en el Clásico Sampedrano.